ETERNOS.

09.11.2012 17:05

Eran cerca de las once de la mañana y el funeral y sepultacion de Luis Perez habia comenzado. El era un hombre que habia vivido hasta los 84 años, a la edad de 22 años conocio el mensaje del evangelio y desde esa epoca comenzo su perigrinar en los caminos del Dios verdadero junto a su maestro Jesus. Habia vivido una vida totalmente victoriosa y bendecida junto a su esposa, hijos y nietos.

La mañana era fria y con un poco de neblina, a una distancia legana del lugar de la ceremonia estaba Ariel, con sus dos metros de estatura. El habia sido el angel guardian de Luis, quien lo habia protegido durante toda su vida.

Ariel estaba parado con sus brazos entrecruzados mirando fijamente y atentamente a todo lo que sucedia en la ceremonia funebre en honor al fallecido. Recordo las muchas veces que tuvo que luchar y vencer a los demonios que quisieron ver derrotado a su protegido, las veces en que lo acompaño por lugares peligrosos y oscuros, lo vio llorar, reir y amar.

Al estar el angel recordando todo lo que habia vivido con este hombre, sintio que una mano fuerte se poso sobre su hombro. Al instante se vio sorprendido de quien estaba a su lado. Con voz exclamatoria dijo:¡Gabriel!.- ¿Como estas Ariel?, Pregunto Grabiel, a lo que le siguio otra pregunta:¿A cuantos ya has protegido ya Ariel?. Con esta pregunta, Gabriel se referia a la cantidad de hombres que Ariel habia cuidado durante toda la historia de la humanidad. Ariel le respondio lo siguiente: "Creo que perdi la cuenta Gabriel, pero siempre termina en esto. Veo como los hombres nacen, viven y mueren. Me gusta escuchar los discursos de despedida, y me siento feliz de haber realizado un buen trabajo. Lo increible de todo Gabriel, es que cuando sea la venida de Jesus y vuelvan a la vida, les podremos decir ¡yo fui tu angel guardian!.

Por un momento los dos angeles quedaron pensativos, como si en instantes pasara por sus mentes los grandes momentos vividos junto a los hombres. Quizas en ese momento los dos angeles pensaron: "nada ha sido en vano".

En ese momento Ariel volvio en si, y puso su mano sobre la mano de Grabiel que todavia estaba apoyada en el hombro de Ariel. Y con voz pausada y con una leve sonrisa le dice a Gabriel: ¿Bueno, ahora dime Gabriel, a quien se me a designado para proteger?.

 

 

                                                                      JOSE GUTIERREZ JERIA.